Hola amiguitos.
En este momento el estudio de grabación de El Chapa esta sufriendo algunos cambios (espero que para mejor). Creo que es el momento de hacer un pequeño repaso y recordar los aparatos o cacharricos que han hecho posible la grabación de los 127 temas que conforman el total de la discografía.
En este momento el estudio de grabación de El Chapa esta sufriendo algunos cambios (espero que para mejor). Creo que es el momento de hacer un pequeño repaso y recordar los aparatos o cacharricos que han hecho posible la grabación de los 127 temas que conforman el total de la discografía.
Denon CDRW-1500
Todo empezó allá por el año 2001, cuando me compré un flamante equipo de música con este reproductor y grabador de CDs. La intención inicial era simplemente la de escuchar música y, de vez en cuando copiarme algún que otro disco de esos que molan y que están descatalogados pero que posee algún colega. Todo fantástico. El infierno empezó cuando me dio por grabar mis propias creaciones. Era magia pura. Le enchufas un micro, te tiras un pedo y esa ventosidad queda grabada en un disco...
Al abrirse este fantástico mundo de posibilidades apareció en escena El Hombre A La Sombra, el famoso poeta maldito del Rock, que empezó a colaborar con sus textos (que siempre serán algo mejor que mis sonidos corporales...).
Cuando empezamos a colaborar en la creación de canciones, es evidente que este equipo se quedó corto, aún así, en mi discografía hay un tema grabado sólo con esto: Vampiro (Dance Mix). Este tema está tocado y grabado en directo todo desde un mismo cable: guitarra eléctrica conectada a pedal de efectos, conectado a caja de ritmos, conectada al grabador.
En cualquier caso pronto se tuvo que ampliar el tema.
Al abrirse este fantástico mundo de posibilidades apareció en escena El Hombre A La Sombra, el famoso poeta maldito del Rock, que empezó a colaborar con sus textos (que siempre serán algo mejor que mis sonidos corporales...).
Cuando empezamos a colaborar en la creación de canciones, es evidente que este equipo se quedó corto, aún así, en mi discografía hay un tema grabado sólo con esto: Vampiro (Dance Mix). Este tema está tocado y grabado en directo todo desde un mismo cable: guitarra eléctrica conectada a pedal de efectos, conectado a caja de ritmos, conectada al grabador.
En cualquier caso pronto se tuvo que ampliar el tema.
Korg Pandora PXR4
Pronto me hice con este pequeño grabador de bolsillo. Adquirido a principios de 2002. Era un pequeño cacharrico grabador digital de 4 pistas que funcionaba con tarjetas de memoria. Una vez grabados los temas, estos se grababan en CD con el mismo Denon del que he hablado anteriormente. Con este miniestudio se han grabado bastantes temas (23 en total) que pueden escucharse en los siguientes discos: Vampiro (2002), Ganado Perdido (2002), Tómbola! (2003) y Crónica Oceánica (2003). Sí amigos, empezamos grabando auténtica basura (poco más interesante que el pedo primigenio), pero poco a poco la música iba creciendo en complejidad e interés y, francamente, este entrañable aparato pronto se quedó pequeño. Las 4 pistas eran insuficientes (sólo grabando la caja de ritmos en estéreo ya te comes 2 de ellas) y siempre se tenían que sobregrabar unas pistas sobre otras para ir dejando sitio, algo que limitaba mucho la libertad en la mezcla final.
Yamaha AW16G
A finales de 2003 me hice con esta fantástica grabadora digital, el Chapaestudio por excelencia. Un total de 16 pistas (8 pistas mono y 4 pistas estéreo), disco duro interno de 20 GB y grabador de CDs incorporado. Con este cacharro he grabado un total de 103 temas en la última década. Estos son los discos que ha parido el animalico: B.S.O. (2004), Amor Interior (2004), Dos Aventuras Musicales (2004), Subterráneo (2005), Luna (2006), Cuentakilómetros (2006), Badulaqueando (2007), Enfermo (2008), El Disco Melón (2009), Basura (2010), Inocencio (2010), Mi Bicicleta (2012), Sr. Tapir (2013) y Tapia (2014).
Una calidad de sonido excepcional en un aparato que lo hace todo, desde grabar las primeras pruebas e ideas hasta sacar el CD acabado y listo para distribuir en el negro mercado.
Creo que ya está amortizado.
Una calidad de sonido excepcional en un aparato que lo hace todo, desde grabar las primeras pruebas e ideas hasta sacar el CD acabado y listo para distribuir en el negro mercado.
Creo que ya está amortizado.
Tascam DP-32
Pues sí amiguitos, el motivo que esté contando estos recuerdos tecnológicos, que posiblemente no le interesen a nadie, es que acabo de adquirir este cacharrote. 32 pistas (8 pistas mono y 12 pistas estéreo) con grabador de CDs y guardado de datos en tarjeta de memoria. Volvemos de nuevo a las tarjetas de memoria, pero claro, en 2002 con el Pandora las tarjetas eran de 128 Mb y ahora a este bicho le he metido una de 32 GB. Otro aspecto importante es que con su puerto USB, la comunicación con el ordenador para pasar archivos es mucho más ágil.
Alguien habrá pensado: y, si tiene ordenador, ¿por qué no trabaja todo desde la computadora y se deja de estas frikadas? En ese caso tendría que pillarme un buen software DAW así como un buen interface de audio y algún que otro cacharrico más. Más o menos me saldría por un precio parecido (puede que menos, pero tampoco sería mucha la diferencia).
El ordenador lo utilizo para tocar el teclado, haciendo sonar una serie de sintes virtuales (y gratuitos) que tengo, pero luego esos archivos sonoros los paso a la mesa. De todas formas, la razón más importante de utilizar un portaestudio como éste es que, a pesar de que todo es audio digital, con estos cacharros, la experiencia de grabación me resulta más sencilla, natural y orgánica. Son sensaciones subjetivas, pero creo que es la evolución lógica de un tipo que empezó acercándose un micro al culo y que ha ido trabajando con este tipo de aparatos.
De momento estoy de estreno y todavía no puedo hablar mucho, pero la cosa promete. Al mismo tiempo que voy probando cosas, ya estoy componiendo un nuevo tema que previsiblemente aparecerá en un próximo álbum.
Sí amigos, El Hombre A La Sombra ya me ha pasado un texto sobre el que estoy trabajando...
Saludos desde el Planeta Melón.
Alguien habrá pensado: y, si tiene ordenador, ¿por qué no trabaja todo desde la computadora y se deja de estas frikadas? En ese caso tendría que pillarme un buen software DAW así como un buen interface de audio y algún que otro cacharrico más. Más o menos me saldría por un precio parecido (puede que menos, pero tampoco sería mucha la diferencia).
El ordenador lo utilizo para tocar el teclado, haciendo sonar una serie de sintes virtuales (y gratuitos) que tengo, pero luego esos archivos sonoros los paso a la mesa. De todas formas, la razón más importante de utilizar un portaestudio como éste es que, a pesar de que todo es audio digital, con estos cacharros, la experiencia de grabación me resulta más sencilla, natural y orgánica. Son sensaciones subjetivas, pero creo que es la evolución lógica de un tipo que empezó acercándose un micro al culo y que ha ido trabajando con este tipo de aparatos.
De momento estoy de estreno y todavía no puedo hablar mucho, pero la cosa promete. Al mismo tiempo que voy probando cosas, ya estoy componiendo un nuevo tema que previsiblemente aparecerá en un próximo álbum.
Sí amigos, El Hombre A La Sombra ya me ha pasado un texto sobre el que estoy trabajando...
Saludos desde el Planeta Melón.